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Historia de la porcelana


La porcelana fue nombrada así, gracias a Marco Polo, quien cuando la vio por primera vez en China, se refirió a ella como "Porcellana"

La primera porcelana surgió en china, y con diferencia es la más antigua, puesto que las primeras referencias escritas proceden del siglo VIII d. C. durante la Dinastia Tang (618-907). Aunque las primeras evidencias sobre la elaboración de la porcelana china, son durante la Dinastía Han (206 a. C - 220 d. C.)

Es una mezcla de caolín, cuarzo y piedra de feldespato, que es lo que llamamos porcelana dura o verdadera. Se caracteriza por ser translúcida, brillante y sonora.

Durante once siglos hasta llegar al siglo XIX, china, es la productora y exportadora. Su gran calidad, exquisitez y armonía de formas fue promovida por las diferentes dinastías.


Tang (618-907) Yuan (1206-1368)

Cinco Dinastias (907-960) Ming (1368-1644)

Song del Norte (960-1127) Quing (1644-1912)

Song del Sur (1127-1279)


Descubierta por los exploradores portugueses en el siglo XVI, la introducen en Europa donde causa admiración y deseo entre la nobleza y aristocracia. A nuestro país llegó por la colonización de las islas Filipinas y el desarrollo de la ruta comercial del galeón de Manila.

Los alfareros europeos trataron en vano de copiar y tratar de sacar la misteriosa fórmula, de la porcelana china.

En Italia como resultado de un primer experimento bajo el mecenazgo del Gran Duque de la Toscana, se conseguirá dar con la porcelana blanda

En Francia se hizo también el intento con vidrio en polvo en vez de la piedra feldespática, ya que a la porcelana china para describirla se la llegó a llamar vidrio.

Fue en 1709 cuando el alquimista alemán Friedich Böttger, descubre la buscada fórmula y bajo el mecenazgo de Augusto el fuerte un año más tarde surgió la fábrica de Meisssen.

Se intentó guardar el secreto de la porcelana dura, pero entre la marcha de varios alfareros de la fábrica Meissen a Viena, después a otras empresas alemanas y la interrupción durante la Guerra de los siete años. la fábrica de Sévres (Francia) se puso merecidamente a la cabeza, bajo el mecenazgo de Luis XV

En el caso de Inglaterra, las fábricas de Chelsea, Worcester, Bow, Derby y Stafordshire, destacan elaborando una porcelana inglesa Bone China (es una mezcla entre porcelana dura y blanda incluyendo en su composición cenizas óseas de reses). También hay que destacar el trabajo de Wedgwood que ha conseguido ser una de las porcelanas inglesas más conocidas y valoradas en nuestros días.Sobre los años 1773, nace en Francia la porcelana de Limoges, pero será en la mitad del siglo XIX su Edad de Oro. En este tiempo destacaba la fábrica de Pouyat, quien se verá superada por Haviland, que se convitirá en la empresa número uno de Limoges. Cuya historia merece destacar, por lo que iré creando una entrada para cada empresa y así conocerlas con mayor detalle. A día de hoy, Haviland & C. Parlon, junto a Coquet, Raynaud, Bernadaud, Medard de Noblard, son las más prestigiosas. Su calidad y belleza evocan tiempos pasados.

Volvemos a oriente con la porcelana japonesa, su historia se remonta al siglo XVII, cuando el gobernador japonés Shogunato Torugama, consigue llevar a japón artesanos chinos a los que obliga a desvelar el secreto de la porcelana. También el ceramista Shonzui marchó a china para aprender la técnica y la fórmula. Ambos se establen en Arita (Isla de Kyushu), puesto que allí se descubre importantes yacimientos de caolín. Las porcelanas japonesas son introducidas en Europa por los holandeses, establecidos en la isla de oshima y se ponen de moda en Europa a partir de 1860. Su decoración de estilo coreano será copiado en Chantilly, Saint-cloud, Meissen, y en Inglaterra. los colores más usados son el azul, el rojo, el anaranjado, el amarillo y el verde hierba. Pintado con trazos ligeros, dejando espacio a fondos blancos. Esta porcelana sigue siendo muy apreciada por coleccionistas del mundo enteroDe la porcelana española tenemos que hablar del Buen Retiro que nace en 1759 bajo el patrocinio del rey Carlos III. Cuando era rey de Nápoles, fundó la fábrica de Capodimonte en Italia, que se inspiraba en modelos de Meissen. Al instalarse Carlos III en España, se trajo a los operarios,las materias primas para la elaboración de la porcelana dura y desmanteló la empresa Capodimonte para no tener competencia. La porcelana del Buen retiro consiguió una calidad extraordinaria pero su final fue precipitado al ser destruida por las tropas de Napoleón en la Guerra de la independencia en 1808.

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